El respeto en la pareja
“El amor no reclama posesiones, sino que da libertad.” – Rabindranath Tagore
Cada pareja es un mundo, y como tal, tiene sus normas, sus dinámicas y su idiosincrasia propias. Sin embargo, para que una relación pueda considerarse sana tiene que existir un elemento fundamental: el respeto.
¿Qué significa el respeto en la pareja?
Significa comprender y valorar a la otra persona como lo que es, un ser con identidad e individualidad propias, lo que, a su vez, conlleva entender su forma de ser, su forma de vivir, sus actitudes, sus necesidades, sus intereses y sus inquietudes.
Respetar a tu pareja significa comprender y valorar a la otra persona como lo que es, un ser con identidad e individualidad propias.
Hablar de respeto no puede consistir sólo en hacer hincapié en la inexistencia de agresiones físicas o verbales, sino también en la ausencia de otros comportamientos más sutiles que, a pesar de pasar desapercibidos, son igualmente capaces de provocar grietas en la relación. Estos comportamientos, frecuentemente ignorados, comprenden las críticas no constructivas, las burlas, las conductas de cuestionamiento excesivo o la utilización del silencio como castigo.
El hecho de empezar una relación de pareja no conlleva una renuncia a lo que somos, sino asumir un proyecto de vida en común, es decir, un compromiso con otra persona. Dicho compromiso, por su parte, nos plantea la necesidad de alcanzar una madurez suficiente como para conseguir un equilibrio con nuestra pareja pese a las diferencias.
Empezar una relación de pareja nos exige tener una madurez emocional suficiente para darnos cuenta que no conlleva la renuncia de lo que somos, sino un compromiso con otra persona, a tener un proyecto de vida en común.
Cuando empezamos a vivir con nuestra pareja obviamos las pequeñas manías o defectos del otro porque en ese momento nos resultan encantadores o porque los consideramos característicos de aquella persona con la que hemos decidido compartir nuestra intimidad. Con el paso del tiempo y la rutina esas diferencias cotidianas pueden tornarse molestas, ocasionando situaciones de conflicto recurrentes y, a la larga, el deterioro de la relación.
¿Cuáles son las señales de falta de respeto en la pareja?
Aunque existen multitud de señales que pueden indicar que algo no va bien, las que se muestran a continuación se encuentran entre las más comunes:
- Burlas y humillaciones. «No eres capaz de hacer nada bien.» «¿Si siempre lo haces mal, de verdad crees que vas a saber hacerlo?» Con afirmaciones tan categóricas como las anteriores no dejamos espacio a nuestra pareja para responder de otra forma que no sea, o bien aceptando su inutilidad o sus carencias, o bien contratacando para intentar restituir un poco de su maltrecha autoestima.
- Hablar mal de la familia o de los amigos de tu pareja. «No aguanto a tu hermana. Sólo se acerca cuando quiere algo.» «No entiendo cómo eres amigo de esa persona. Es idiota.» Cuando hablamos mal de un familiar o de cualquier otra persona importante para nuestra pareja, la estamos atacando de forma indirecta, dado que juzgamos o, directamente, condenamos a personas representativas para ella.
- Críticas no constructivas o destructivas. «¿De verdad vas a ponerte eso?» «Has vuelto a mancharte comiendo. ¿Es que no eres capaz de comer como un adulto?» Este tipo de críticas, lejos de contribuir a una mejora, sólo tienen como objetivo -sea éste consciente o inconsciente- despreciar o dañar y pueden resultar verdaderamente hirientes al atacar aspectos nucleares de la autoestima de quien las recibe.
¿Cómo restablecer el respeto dentro de nuestra pareja?
Uno de los requisitos básicos para que pueda restablecerse el respeto dentro de nuestra relación de pareja es la comunicación con nuestro compañero, ya que sin ella no es posible el entendimiento mutuo.
Asimismo, es necesario trabajar la empatía y la inteligencia emocional con el objetivo de comprender y aceptar que, en ocasiones, podemos equivocarnos tanto en cómo expresamos nuestros pensamientos y sentimientos como en la manera en la que apreciamos las conductas o los mensajes del otro.
Sin empatía e inteligencia emocional resulta imposible un entendimiento efectivo, pues ambas son pilares fundamentales de una buena comunicación.
Sea cual sea nuestra situación, tanto si queremos prevenir que se produzca cualquier falta de respeto dentro de la pareja como si esto ya ha sucedido y necesitamos restituirlo, los consejos que figuran a continuación te resultarán verdaderamente útiles:
- Piensa antes de hablar y actuar. A muy pocas personas les resulta ajena una expresión como: «Estábamos en medio de una discusión y dije cosas que ni pensaba ni sentía.» Estar enfadados o estresados no nos exime de responsabilidad sobre lo que hacemos o decimos. Por este motivo, es necesario intentar mantener la calma; saber alejarse, si se necesita, y retomar la comunicación cuando todo se tranquilice.
- Es más fácil si te expresas desde tus sentimientos. Si en toda relación es necesaria cierta dosis de comunicación, en una relación de pareja ésta constituye un pilar fundamental de la misma. Hazle saber a tu pareja cómo te sientes con su conducta o sus palabras, sin reproches ni acusaciones, desde tus sentimientos. Este tipo de sinceridad, lejos de la agresividad, es más susceptible de despertar la comprensión y la empatía de quien ha decidido acompañarnos en la vida.
¿Qué puedo hacer si no consigo comunicarme con mi pareja?
Todas las relaciones deben partir de ciertas premisas fundamentales, entre las que, como hemos visto, se encuentra el respeto. Sin embargo, para que éste pueda desarrollarse es necesaria una buena comunicación o, como mínimo, un esfuerzo por intentar que ésta tenga lugar.
Cuando en una pareja hay poca capacidad o voluntad para comunicarse se produce un cisma irreconciliable dentro de la relación, ya que, por mucho que se digan las cosas, los mensajes nunca llegarán a buen destino, sea esto porque carecen de una forma adecuada o porque ni siquiera, en el fondo, conocemos a su destinatario.
Si estas son las circunstancias, es necesario pedir ayuda, puesto que conseguir unas buenas habilidades comunicativas y el entendimiento entre los miembros de la pareja requiere tanto de trabajo personal como, muy probablemente, de orientación y conocimientos profesionales.
La terapia de pareja constituye, de este modo, un buen recurso para conseguir conciliar las posiciones de ambos integrantes de la pareja, ayudándoles a aprender a escucharse y a hablarse mutuamente.
“Nunca por encima de ti, nunca por debajo de ti, siempre a tu lado” – Walter Winchell
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Inmaculada González Romero
Psicóloga