Para entender qué es la depresión, primeramente, es necesario hacer una distinguir entre la tristeza y la depresión. La tristeza se conceptualiza como un sentimiento que se genera como resultado de una situación de pérdida, tiene un carácter temporal y tiene una función adaptativa, ya que nos ayuda a procesar y gestionar distintas situaciones vitales.

Sin embargo, cuando hablamos de depresión nos estamos refiriendo a algo más prolongado y mantenido en el tiempo que no tiene una causa aparente ni un factor desencadenante determinado. Esta emoción no cumple una función adaptativa y viene acompañado por otras manifestaciones psicopatológicas que, si no se tratan de forma temprana y adecuada, pueden cronificarse y afectar de forma negativa a nuestra salud física y mental.

La terapia psicológica está orientada a ayudar al paciente a entender porqué se encuentra así y a proporcionarle estrategias de afrontamiento y técnicas de resolución de problemas con el objetivo de que aprenda a resolver los conflictos actuales y/o pasados, a través de la comprensión de uno mismo y de sus reacciones y experiencias emocionales, así como ayudarle a aumentar la confianza en sí mismo y en sus capacidades personales.