Salud mental y desempleo
Actualmente vivimos en una época en la que el término desempleo no nos resulta ajeno. Ya sea porque lo padecemos en nuestra propia persona o porque tenemos gente cercana que lo está sufriendo. Pero, alguna vez nos hemos parado a pensar en ¿cómo puede afectar el desempleo en la salud mental de esas personas?
Las personas que no se han encontrado nunca en una situación de desempleo prolongado no son capaces de entender que ese periodo de inactividad puede ocasionar problemas serios de salud, tanto física como mental, en la persona que lo está sufriendo.
Largos periodos de inactividad laboral pueden ocasionar problemas serios de salud, tanto física como mental.
En numerosas ocasiones, los desempleados tienen que soportar que otras personas de su entorno las responsabilicen de su situación de inactividad laboral, dando a entender, de este modo, que parte de la culpa de no encontrar trabajo es suya por no hacer lo suficiente.
Sin embargo, en esta época donde la mayor tasa de parados son personas con estudios superiores, ¿no podría ser otra la explicación?.
Si esta situación se prolonga en el tiempo y nuestros intentos por modificarla desembocan en infructuosos, puede acarrearnos serios problemas de salud mental.
¿Cómo afecta el desempleo en nuestra salud mental?
Cada sujeto vive esta situación de forma sustancialmente diferente, ya que cada persona tiene su contexto, su red de apoyos y su estructura psicológica particular. Asimismo, esto también dependerá del tiempo que lleve en desempleo y de las acciones particulares que haya intentado para encontrar trabajo y del éxito de estas.
Si esta situación se prolonga en el tiempo y nuestros intentos por modificarla desembocan en infructuosos, puede acarrearnos serios problemas de salud mental.
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Aumento de nuestros niveles basales de ansiedad.
Todas las personas tenemos ciertos niveles de ansiedad basal, sin embargo, estos pueden ser controlados mediante conductas de autocuidado, tales como, comer y dormir bien y tener momentos de tranquilidad o, asimismo, pueden ser rebajados mediante ejercicio físico moderado.
Cuando nos encontramos en desempleo se suelen trastocar ciertas rutinas que teníamos establecidas porque asumimos que esta situación va a ser transitoria y que nuestra obligación es encontrar trabajo cuanto antes. De esta manera, la mayoría de las personas durante el periodo en el que está sin trabajo suele descuidar tanto su salud física como mental.
Tener un trabajo nos da una identidad personal, tanto de forma individual como frente a la sociedad, y, asimismo, nos hace sentirnos útiles y válidos.
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Disminución y deterioro de nuestra autoestima.
Desde pequeños circulamos por determinados caminos prefijados por la sociedad, de esta forma, primero somos estudiantes y cuando esta fase se termina nos convertimos en trabajadores. Pero, ¿qué ocurre cuando no podemos ocupar el puesto que tenemos socialmente asignado?
Tener un trabajo nos da una identidad personal, tanto de forma individual como frente a la sociedad, y, asimismo, nos hace sentirnos útiles y válidos. Las personas que tienen que enfrentarse a una situación prolongada de desempleo se suelen sentir cómo náufragos dentro de un mar de normalidad e, inevitablemente, tras varios meses o años inactivos, las respuestas que se dan para explicar esta situación entroncan dentro de su yo más personal.
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Estado de ánimo negativo.
Un periodo de tiempo prolongado sin recibir ofertas de empleo, sin poder acudir a entrevistas de trabajo o no tener la oportunidad de desempeñar una labor profesional suelen generar sentimientos de desánimo y desesperanza.
Los parados de larga duración suelen experimentar lo que el psicólogo americano Martin Seligman denominó indefensión aprendida. Esto es, una condición aprendida de comportarse de forma pasiva, ya que estas personas tienen la sensación subjetiva, normalmente basada en acontecimientos reales, de que no tienen la capacidad de modificar la situación por mucho que se esfuercen.
¿Qué podemos hacer para cuidar nuestra salud mental?
Como hemos podido observar, es una situación complicada que afecta de forma negativa a nuestra salud mental y que requiere de una mente equilibrada, flexible y tenaz.
En este artículo vamos a dar unas sugerencias generales, ya que, como hemos comentado previamente, cada persona es un mundo, tiene un contexto determinado y unos recursos muy diferentes.
Si crees que la situación de desempleo empieza a sobrepasarte o reconoces alguna de estas manifestaciones sintomatológicas en tu día día ponte en contacto con nosotras.